Eloise Wildheart

Desde mi niñez más temprana he amado leer, escribir y crear. Todo lo que fuese expresar la vida con todo lo que es, para mi era una fuente de arte constante, ya podría ser pintar, cantar, imaginar, escarbar en la tierra, mirar las nubes, balancearme de las ramas de un árbol, cocinar, escuchar a los mayores, contemplar, filosofar, nadar en el mar, reír a carcajadas o llorar a lágrima viva. Todo sin censura. Todo lugar o persona que no me permitiese eso dejaba de vivir en mi piel psicológica lentamente sin saber por qué. Supongo que era más fuerte para mí seguir indagando en cómo funcionaba el ser humano y la existencia. Buscar la magia en las cosas. El contexto más nutritivo que me llamaba a viva voz en esta situación de ser, siempre fue y ha sido la naturaleza, las raíces de las cosas y el sentir con todo mi corazón como iba trayéndome a la realidad en esas formas creativas lo que sentía invisible a los ojos.

Sigo encontrando muy emocionante ver en forma de palabras algo que sólo había podido ser sentido antes, sin aún definir, algo así como que primero iba la potencia y luego la manifestación. Lo real. Como escritora vas a encontrar ese lado mío de algún modo salvaje, puro, en crudo, espiritual, naturalmente psicológico, reflexivo, antropológico y contemplativo, pues es mi mayor deseo que tú vivas libre de ti, fluyendo la vida con todo lo que es también, sin juzgar nada como bueno o malo, sin limitar lo que vayas sintiendo, sino honrándolo con toda la valentía con la que te sientas capaz, ya que vivimos en un mundo que cada vez parece más anestesiado, protocolario, encajonado, alertado a la mínima de algo que no sea como el resto.

En todos mis proyectos vas a encontrar un «no» a la homogeneización, palabras que van a tu niño o niña interior, a emociones perdidas o reencontradas que una vez viviste, realidades que igual se pasaron por alto, conexiones con tu yo profundo que rozan constantemente las lineas entre las ciencias y lo sagrado o espiritual.
Mi vida adolescente fue un vaivén de naturaleza y reflexión, fue cuando comencé a escribir poesía, pero aún no me atrevía a salir al mundo real tal y como soy. Quién iba a decirme que había tantas personas que, como yo, anhelaban vivir su realidad de la manera más profunda posible, la que no se permitían al salir de casa por el miedo a los demás con sus sombras condicionantes aún por enfrentar.

Me tienes aquí para ti, para compartirte con cada escritura un poco más de no solo lo que yo soy, sino de lo que todos compartimos humanamente, para que lo que pueda yo aportarte, junto a tu experiencia en esta vida, pueda generar más sabiduría en ti con la que seas luego tú quien inspire al mundo.